Descripción
por Corrine L Carvalho, Paul V Niskanen
Los libros de Ezequiel y Daniel brindan algunas de las historias e imágenes más memorables del Antiguo Testamento.
Ezequiel, el salvaje profeta del exilio babilónico, nos dio imágenes del trono de Dios con ruedas en llamas saliendo de Jerusalén y el valle de huesos secos que solo Dios podría restaurar a la vida. Luchando por demostrar su autenticidad como profeta, Ezequiel entrega duros mensajes al pueblo de Israel que predicen la caída de Jerusalén y el castigo de todas las naciones. Sin embargo, en el corazón del discurso y las acciones ardientes, hay alguien que intenta explicar cómo podría caer Jerusalén e Israel podría perder la Tierra Prometida. Al final, no puede haber error sobre su mensaje del poder de Dios y el costo de la infidelidad de Israel.
El mensaje del profeta Daniel equilibra el de Ezequiel, ofreciendo historias de la fidelidad de Dios a los que guardan la ley. Las dramáticas historias de los tres hombres en el horno de fuego y de Daniel en el foso de los leones, así como el relato de Susana y los ancianos, muestran el poder salvador de Dios a los fieles. El mensaje de Daniel es uno de esperanza para un pueblo que vive bajo una severa opresión durante y después del exilio. Combinando la narración, la profecía y la apocalíptica, este libro pone la historia en el contexto del plan más amplio de Dios para la humanidad.
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