Descripción
El texto extrae lecciones de las experiencias actuales e históricas de varios grupos, incluidos los afroamericanos, los hispanos/latinos y los nativos americanos, al tiempo que reconoce que muchos grupos étnicos y nacionalidades han sido y aún son afectados por diferentes formas de odio y discriminación racial.
En la carta pastoral, los obispos católicos estadounidenses reconocen la historia de crímenes raciales en Estados Unidos y piden perdón por la participación de líderes y miembros de la Iglesia Católica en este pecado y en permitir o perpetuar estructuras de injusticia. Los obispos hacen un llamado a sus compañeros del clero y católicos para ayudar a cambiar las actitudes y actos racistas para ajustarse al orden moral establecido por Dios, en el que los hombres y mujeres de todas las razas son honrados como hermanos y hermanas. Los obispos imploran a los católicos que trabajen contra el racismo y apoyen las políticas institucionales y las relaciones comunitarias que eliminen las injusticias y los prejuicios raciales. Finalmente, alientan la colaboración con otros cristianos y miembros de otras religiones para erradicar este mal social.
Esta carta pastoral contra el racismo es un llamado a la acción para sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, personal parroquial, teólogos, educadores y catequistas, todos los fieles católicos. Pide al Cuerpo de Cristo que dé un testimonio cada vez más auténtico de la Buena Nueva de Jesucristo, basado en la verdad de que los hombres y mujeres de todas las razas reflejan la bondad de Dios, a cuya imagen todos están hechos.
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